viernes, 24 de junio de 2016

La Ética: paradigma y criterios


La Ética , es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los comportamientos.



Fernando Savater, en el primer capítulo de su libro Ética para Amador (De qué va la ética), define la ética como “el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)”.

 Ensayemos una definición de la ética, Digamos entonces que la ética es una concepción valorativa de la vida. Su particularidad reside en el hecho de tratarse de una idea valorativa, que pretende decirnos cuál debería ser el orden de prioridades en la organización de la convivencia humana, es decir, que se propone establecer cuál es la mejor manera de vivir. 
Al mismo tiempo  ella ocupa un lugar primordial en nuestra reflexión y en nuestra conducta cotidiana, pues es evidente que lo que nos sirve de pauta de orientación de todas nuestras acciones va a estar permanentemente presente en nuestras vidas.
Por ejemplo, nuestros criterios éticos para evaluar la justeza de las leyes, sino también cuando reflexionamos sobre la importancia relativa que tiene en nuestra vida cotidiana el uso del lenguaje moral. Otro ejemplo, se dice “Ese hombre es malo”, “no se debe matar”,  En estas declaraciones aparecen los términos “malo”, “no se debe”, que implican valoraciones de tipo moral.
Lo concluyente es que la ética se refiere al modo en que una persona o una sociedad ordenan su sistema de creencias morales en la vida práctica.


PARADIGMAS DE LA ÉTICA

Paradigma aristotélico

Dos éticas fueron escritas por Aristóteles:

Ética a Eudemo que pone en evidencia algunas influencias platónicas y Ética a Nicómaco.
  • La ética de Aristóteles, es una ética de la felicidad... pero también es una ética de la virtud ya que ésta es el medio por excelencia para alcanzar la felicidad.

"La felicidad, consiste en el ejercicio perfecto de la actividad propia del hombre. Tal actividad no es otra que la actividad del alma que para que sea perfecta debe ser acompañada por todas las virtudes".
Hacia el final de la Ética a Nicómaco, Aristóteles afirmará que la actividad más propia del hombre y la que mayor felicidad le proporciona es la contemplación teórica: es decir, la sabiduría. Así es como el empirismo ético lo lleva a un a posición ecléctica: la felicidad consiste en equilibrar virtud, contemplación y bienes exteriores.
Aristóteles se aleja del intelectualismo socrático que vincula a la virtud con el conocimiento. Para él, la virtud será la disposición del alma, es decir, la capacidad y la aptitud de esta para comportarse de un modo determinado:
"No basta que la acción tenga un carácter determinado para que la conducta sea justa o buena; es preciso también que el hombre actúe de un modo determinado ante todo, que atue a sabiendas; en segundo lugar, que proceda en razón de una decisión conciente y que prefiera esa acción por si misma; finalmente, que actúe desde una posición firme e inquebrantable" Aristóteles, Etica a Nicómaco
La virtud entonces, se adquiere a través del ejercicio y el hábito, es decir que para que un hombre se haga justo, es menester que practique la justicia. Aristóteles considera que nadie se hace justo por "naturaleza" (aunque una predisposición natural sea importante) ni tampoco resulta suficiente la enseñanza.

Para Aristóteles, la virtud cosiste en un término medio, lo cual no significa mediocridad sino un equilibrio entre los vicios de los extremos. El "valor" es un justo medio entre la "temeridad" y el "miedo".

Puede intuirse en esta concepción cierto resto de simetría pitagórica también adoptada por Platón y así mismo del concepto de "medida", dominante en la medicina griega contemporánea de Aristóteles. Al igual que los medios, para Aristóteles, el punto medio no es una abstracción en general sino que se aplica de acuerdo a las circunstancias de cada caso. EL hombre prudente, sabrá elegir el justo medio.

Paradigma kantiano

La ética “formal” kantiana
La pregunta fundamental de la ética es: “¿Qué debo hacer?”, aunque también puede formularse: “¿Qué condiciones debe cumplir una norma moral para que pueda obligar?”.
 Las normas morales tienen que tener validez universal. 
Kant rechaza las éticas del bien, y las éticas de la felicidad las considera egoístas, porque la búsqueda de la felicidad no puede fundar normas universales.
Propone una ética deontológica y procedimental No aparece sólo como criterio de búsqueda, sino también como normal moral. (Imperativo categórico). “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de una legislación universal”.ç
 La moral kantiana reposa sobre la libertad. El imperativo categórico supone que es el sujeto moral quien se da a sí mismo las normas morales.
Es deontológica y procedimental, porque sólo atiende al procedimiento para establecer que es lo correcto.



Kant admite de todos modos un correlato sentimental de la ley moral en su pureza y, muy singularmente, les ruego lo registren, éste no es sino el dolor mismo. Les leo el pasaje: "En consecuencia, podemos ver a priori que la ley moral como principio de la determinación de la voluntad, perjudica por ello mismo todas nuestras inclinaciones, y debe producir un sentimiento que puede ser llamado de dolor. Y es éste el primero, y quizás el único caso, en que nos esté permitido determinar, por conceptos, a priori, la relación de un conocimiento, que surge así de la razón pura práctica, con el sentimiento de placer o de la pena" En suma, Kant es de la opinión de Sade. Pues para alcanzar absolutamente das Ding, para abrir todas las compuertas del deseo, ¿qué nos muestra Sade en el horizonte? Esencialmente, el dolor."
La ética kantiana hay que situarla en relación a su época, el siglo de las Luces, el del auge de la física de Newton, como señala Lacan, "la ética kantiana surge en el momento en que se abre el efecto desorientador de la física, llegada a su punto de independencia en relación a das Ding, al das Ding humano, bajo la forma de la física newtoniana Efecto de la ciencia que cuestiona "todos los lugares y donde ya nada en esa realidad que hemos aprendido a conmocionar tan admirablemente, responde a ese llamado de la seguridad del retorno",

Kant publica su Crítica de la razón práctica en 1788, 8 años antes de la Filosofía en el tocador de Sade. Ambas obras se sitúan en una época en la que el optimismo y la bondad sobre el hombre, representados por Rousseau, han dado paso a un "crecimiento del tema de la felicidad en el mal"
Es en este contexto que Kant quiere poner a prueba los mismos mecanismos de la razón sobre los que se asienta el método científico, tanto de la razón pura como de la razón práctica. Entre los racionalistas y los empiristas, el criticismo kantiano pretende discernir de dónde le viene el acierto y la certeza a los conocimientos científicos, metafísicos y morales. Kant intenta establecer las condiciones y límites de la razón, a partir de las diferentes formas de ilusión de la razón (antinomias...).

El uso especulativo de la razón se muestra, según Kant, deficiente para conocer con precisión lo referente a la libertad de la voluntad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. Por ello, y en relación al tema que nos interesa, el del uso práctico de la razón, es decir, la ética, Kant intenta responder a la pregunta de cómo saber racionalmente, con validez universal para todos los hombres, la rectitud moral de las acciones.
Sostiene, en primer lugar, que no se actúa moralmente si se obra según emociones o sentimientos, ya que éstos son empíricos, dependen de la experiencia particular, y no pueden entonces tener universalidad ni necesidad. Igualmente, la ley práctica que pueda determinar una conducta moral no puede deducirse a partir de la presuposición de que sea ningún objeto el que condicione la capacidad desiderativa del hombre, porque de ser así tampoco se cumplirían las condiciones de universalidad y de poder determinarse a priori, es decir, de ser adecuado para todos los hombres y estar al margen de la experiencia, de lo empírico. Para cada uno, los objetos de la experiencia cambian. De estos presupuestos Kant deduce que "la razón pura ha de ser práctica por sí sola, es decir, que sin presuponer sentimiento alguno, y, por ende, sin suponer tampoco las representaciones de lo grato e ingrato, tiene que poder determinar la voluntad mediante la simple forma de la regla práctica" La ética kantiana es sin objeto, pues "si a una ley se le despoja de toda materia, o sea, de cualquier objeto de la voluntad (en cuanto fundamento para determinarla), no queda nada salvo la simple forma de una legislación universal"
La forma que toma entonces la ley básica de la razón pura práctica es: "Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad siempre pueda valer al mismo tiempo como principio de una legislación universal"
Para Kant, la ley moral es aceptada como algo indiscutible en el interior de los hombres. Se trata de una voz en la conciencia, que, como señala Lacan, "no tiene otro fenómeno sino algo significante ya, que se obtiene de una voz en la conciencia"
Así pues, la ética kantiana incluye un "más allá" de los objetos llamados patológicos, aquellos que permitirían alcanzar un bienestar, "das Wohl", (lo provechoso), para orientarse entonces según el bien que indica la razón, das Gute, (lo bueno).

 Paradigma Utilitarista

  En la ética sostuvo el criterio utilitarista de buscar el máximo bienestar del mayor número de individuos, la felicidad general como criterio y fin de la moralidad, apelando al sentido común de los seres humanos para ser tenido como principio y guía de la acción. Consiste en ser práctico, valorar las cosas de manera distinta según el uso que se haga de ellas.  Un ejemplo seria un cuchillo en sí mismo no es ni bueno ni malo, resultará bueno si le sirve al conjunto de los individuos para cortar pan o tallar madera y malo si lo utilizan para matarse. Por tanto, lo malo es lo inútil para conseguir la felicidad y lo bueno es lo útil para lograrla. No es correcto decir que un cuchillo puede ser útil para matar, ya que el utilitarista, reserva el calificativo de útil, tan sólo para aquello que, manejado de determinada manera, proporciona bienestar al mayor número.



Desde mi  punto de vista  el utilitarismo parte del “principio de mayor felicidad”, delibero sobre  que nuestras acciones han de estar orientadas moralmente correcta si resulta en el mayor bienestar posible para el mayor número de personas, se  basa en la cantidad de placer o dolor que causan sus opciones. Esta hipótesis no se une en lo que es el interés individual, sino en el bienestar sumado como producto de una decisión.


CRITERIOS ÉTICOS



Ética aristotélica: Según Aristóteles, debemos actuar siempre evitando las exageraciones, las actitudes extremas, la virtud se encuentra siempre en un justo término medio, en un equilibrio. Por ejemplo la valentía es algo positivo y se encuentra justo en medio de la cobardía y de la irresponsabilidad.



Ética Estoica: Lo más importante es cumplir con el deber, hay que dejar de lado los sentimientos y emociones. Para los estoicos no hay actos malos en sí mismos, sino que el mar moral reside en una privación del recto orden en la voluntad humana. Los contrarios se implican: no puede entenderse la justicia sin la injusticia. Para Diógenes Laerecio la virtud supone vivir de acuerd
o con la naturaleza que en el caso del hombre se entiende como una vida conforme a la razón ya que el hombre es un ser racional que tiene el privilegio de conocer las leyes naturales ya aceptarlas concientemente. El hombre es pues libre para poder cambiar su actitud interior.


Ética hedonistaSegún esta ética, es la naturaleza la que nos indica, mediante el placer o el dolor lo que es bueno y lo que es malo, todo lo que me agrada es moralmente bueno, y lo que no me agrada es moralmente malo. No hay reglas, debo guiarme por mi gusto.
Las dos escuelas clásicas del hedonismo, formuladas en la Grecia antigua, son la escuela cirenaica y los epicúreos:

  • Escuela cirenaica: Se plantea que los deseos personales se debían satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás. Esta teoría fue expuesta por el grupo de los Cirenaicos. (Primero mis dientes, luego mis parientes).
  • Epicúreos: Formulada por los epicúreos o hedonistas racionales, seguidores del filósofo Epicuro de Samos, quien vivió en Grecia entre 341 y 270 a. C. La doctrina que predicó Epicuro de Samos se ha modificado o confundido a través de la historia, hasta el punto que algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron un asceta. Él consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque muchas personas contienen el placer como algo que excita los sentidos. Epicuro consideró que no todas las formas de placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son los placeres sexuales. Según él, existen otras formas de placer que se refieren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción. También afirmó que ningún placer es malo en sí, solo que los medios para buscarlo pueden ser el inconveniente, el riesgo o el error.
Ética egoísta: Bueno es todo lo conveniente para mí, es muy bueno hacer el bien, siempre y cuando yo reciba algo a cambio.  El egoísmo ético es una teoría ética que se encuentra en el grupo de las teorías consecuencialistas. Este grupo justifica y fundamenta la corrección moral de una acción únicamente en sus buenas consecuencias. Los buenos resultados de una acción son el criterio para determinar si una acción es moralmente correcta u obligatoria. Lo que cuenta es el bien producido por una acción. Por ello estas teorías se conocen como "éticas de bienes". El egoísmo ético considera que el único bien que cuenta es el del agente. 
   El egoísmo ético es una teoría ética que afirma que la corrección moral de una acción se justifica y fundamenta sólo en el mayor bienestar que proporciona al agente. Una teoría como ésta fue defendida por Thomas Hobbes (1588-1679) y defiende que las acciones moralmente correctas, las que deberíamos realizar, son aquellas que globalmente nos resultan más satisfactorias teniendo en cuenta sus resultados y consecuencias. Actuar moralmente quiere decir ser egoísta, pero racionalmente. Y dado que nuestras acciones afectan a otras personas, actuar racionalmente implica tener en cuenta a otras personas, actuar racionalmente implica tener en cuenta el bienestar de los demás. Pensar en los demás es una forma racional de ser egoísta. Un cierto altruismo casi siempre nos conviene.
Ética formalista: La Ética Formal, es la que se conoce como Ética Kantiana, en homenaje a su propulsor, el filósofo alemán Immanuel Kant. En lo que respecta a la historia de la ética y a la teoría del conocimiento, en el siglo XVIII, se producirá un cisma con la aparición en escena del filósofo alemán Emmanuel Kant, por un lado, por su crítica a la razón pura y por otra parte porque su proposición de una ética formal vino a contrastar ciertamente a las éticas materiales vigentes.




Su propuesta ética promueve la libertad y la dignidad de todos los hombres por sobre todas las cosas. Kant sostenía que lo objetivamente bueno es una buena voluntad, el resto de las cosas que solemos considerar como valiosas, como ser la inteligencia, el valor, la riqueza, entre otros, no lo son e incluso hasta pueden volverse peligrosas para el hombre cuando lo que prima es una voluntad torcida.


Debemos actuar siempre pensando en que somos un modelo para todos los demás, debemos ser ejemplo de buena conducta para todos.

Ética cristianaCada ser humano es imagen viviente de Dios, la persona, el ser humano, es el valor supremo dentro de todo lo creado, de manera que la norma fundamental es el amor al prójimo. Ama y haz lo que quieras decía San Agustín. La ética cristiana no es una simple moral filosófica, es una ética filosófica, está basada fundamentalmente en normas evangélicas para sistematizar racionalmente a la luz de los sistemas éticos griegos (Aristóteles y de los principios fundamentales del derecho romano). la naturaleza divina" ("Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia." 2 Pedro 1:4), es decir, de la conducta moral de Dios. De este conceptoético que comparte la participación de la naturaleza divina, arranca la temática moral de la Biblia, desde el primer, "Seréis santos, porque yo soy santo" de Levítico 11:44, hasta el, "Todo aquel que tiene esperanza en El, se purifica a si mismo, así como El es puro." A la luz del Nuevo Testamento, Cristo esta en el centro de la Historia de la salvación para toda la humanidad, partiendo en dos la Historia (antes y después de Cristo), y la geografía (a la derecha y a la izquierda de Cristo); de tal forma que el destino definitivo de todo ser humano (su eterna salvación o perdición) depende sola y necesariamente de la siguiente alternativa: CREER O NO CREER, es decir, aceptar o rechazar a Cristo como único Salvador necesario y suficiente. Toda conducta y todo comportamiento ético del ser humano, esta ya tipificada como fruto de una de esas dos raíces: fe o incredulidad. Vea Juan 3:14-21; Romanos 3:19-31; 2 Corintios 5:14-21.



Ética positivistaBueno es todo aquello que beneficia la sociedad, no debemos buscar sólo nuestro bienestar, sino el bien general colectivo. 
Esta ética tiene dos defectos: 


  1. Desconoce los valores éticos personales.
  2. No siempre lo que beneficia a la sociedad en general es éticamente correcto. 

Por medio de este vídeo podemos aprender acerca del positivismo de una forma mas interactiva;







Ética Pragmática: Bueno es todo lo útil, lo que me sirve, no hay reglas morales absolutas. Todo es bueno si sirve al objetivo final que se quiere (el fin justifica los medios). Es una ética maquiavélica, no valen las buenas intenciones. En la Ética Pragmática se aplica la frase de Nicolás Maquiavelo quien justifico que el poder del estado estaba por encima de la ética y la moral de los ciudadanos “ El fin justifica los medios”.

Ética axiológicaTenemos el deber de realizar siempre lo moralmente valioso, debemos afilar nuestra sensibilidad para captar cada vez mejor los valores y objetivos universales. Lo difícil es saber cuando tenemos la sensibilidad ética suficiente para basar nuestra conducta moral.

Les comparto esta presentación para mas información acerca de este criterio: https://prezi.com/ote06coqyhxn/etica-axiologica-de-valores/


Los criterios responden más al cómo que al qué del juicio ético, porque el bien debido ha de plasmarse en el bien conseguido, y ello se logra del buen criterio en los actos que llevan a buen término la intención ética de la conciencia. El ser humano puede utilizar una enorme variedad de criterios orientadores para elegir su propia conducta.

Para finalizar la ética y todo lo que conlleva a ella es de suma importancia para que los seres humano podamos vivir en armonía con el universo, el vivir bajo su consigna nos lleva a la Paz interior y para con el prójimo. Vivir con ética es asegurarnos estar bien con Dios y con uno mismo y así cada valor que sustenta nuestra vida en cada rol que desempeñemos lo cumpliéremos con honor.